
Sinceramente, no me extrañó cuando en estos últimos premios Metrópoli le concedieron la “mención de honor” como mejor restaurante de cocina tradicional a la Taberna La Carmencita ubicada en el populoso barrio de Chueca en Madrid. Ya llevan demostrando su valía desde hace casi un año, cuando abrió de nuevo las puertas esta taberna emblemática de Madrid, que había tenido una etapa oscura y que volvía totalmente renovada pero manteniendo su esencia.

Su dueño, Carlos Zamora, conocía bien como poner en marcha un negocio de estas características porque ya triunfaba desde hace tiempo con otro restaurante en Santander y ha querido mantener la filosofía de una típica taberna madrileña pero con toques de modernidad. Su antigua barra de zinc rehabilitada ahora se utiliza para preparar algunos cócteles o para las copas nocturnas, y su decoración en la que se han rescatado muchos de los enseres antiguos ahora dan paso a una clientela mucho más joven y cosmopolita.
Carlos ha querido también cuidar al detalle todo el producto que engrosa la carta de la Carmencita. Compra la carne a ganaderos de la Comunidad de Madrid, los quesos también a artesanos y los vinos son escogidos con maestría y fue toda una alegría encontrarme con una carta de vinos bien explicada (ya me quejaba de algunas carta de vinos en este ARTÍCULO)
Según explican en su web: “Si fuese un equipo de fútbol serían los Ronaldos y los Pelés de la alimentación, son los proveedores de La Carmencita: héroes que resisten la inflación y la producción masiva. Muchos son productores artesanos; soñadores reconvertidos en ganaderos; cuarta generación de familias que trabajan juntas pero con tecnología punta; que conservan una forma de vida y de entender la calidad”.

Una de las ventajas de La Carmencita es su cocina non-stop de 9 de la mañana a 2 de la madrugada, para una ciudad como Madrid donde se mezclan todo tipo de horarios es reconfortante tener un local donde comer durante todo el día ¿La carta? Encontramos muchos platos tradicionales, yo comencé por sus Entrantes Calientes, fritos en aceite de oliva (16€). En este plato encontramos croquetas cremosas, taquitos de queso empanado, tigres y sus famosas rabas. Un plato ideal para compartir…

Era casi obligatorio pedirnos más Rabas (14€) que tan famoso han hecho al restaurante de Santander y ahora al de Madrid…

Una buena idea es visitar La Carmencita con la idea de compartir varios platos y probar muchos de sus platos tradicionales. Otro que no puede faltar es su Ensaladilla Imperial, con Bonito del Norte y Pimiento Rojo Asado, aunque esta vez le faltaba algo de bonito, en otras ocasiones la he probado y es uno de los platos imprescindibles…

Tampoco pueden faltar sus Albóndigas Caseras de Ternera “eco” (14€) que mantiene una receta de 1854 y con una salsa que no podrás dejar de mojar pan…

Terminamos con los Flamenquines de Ternera “eco” con Jamón Serrano y Queso de nata pasiego…

Como intentaba no caer en la “tentación” del dulce nos agasajaron con una selección de quesos muy bien elegidos…

Y un final ideal para un menú en una taberna típica de Madrid, una copa de Místela…

Como curiosidad habría que destacar que en la carta tienen varios de esos platos de 1800 que se pueden pedir, eso sí, encargándolos con anticipación. Podemos encontrar: Carré de Ternera asado y trinchado al momento, Solomillo Wellington con Foie o Solomillo a la Broche, entre otros. También son muy divertidas sus meriendas donde volveremos a la infancia con Bocadillos de Nocilla (3€), de Jamón Serrano o Chorizo con mantequilla (3€) o la Tarta de Galletas de Chocolate (3€).
La Carmencita, es un lugar ideal para ir con la pareja o amigos y tiene un gran ambiente nocturno, ideal para cenar y luego tomarse uno de sus cócteles.
TABERNA LA CARMENCITA
Dirección: Calle Libertad, 16,
Barrio: Chueca (Madrid)
Teléfono: 915 31 09 11
Horario: Ininterrumpido de 9:0 a 2:0 de la madrugada.
Precio: Entre 25 y 35 Euros.