Hasta el mismo corazón del Penedés viajamos un grupo de periodistas y profesionales del vino para conocer los «secretos» de una de las mayores bodegas de la península «Freixenet» con motivo de su 100 Aniversario. Nos trasladamos a Barcelona, aunque la noche la pasamos en Sitges cerca de Sant Sadurní d’Anoia que es donde se encuentra la Bodega, con el privilegio de vivir un atardecer espectacular…
En el grupo de periodistas se encontraban Mayte Lapresta (directora de Sobremesa) Pepe Romera (consultor agroalimentario) y Luis Sánchez Bardon (director de la revista Golden) acompañados por Javier Piera de CPC Cooking ideas. la primera parada la realizamos en el Palacio Maricel, un precioso palacete que se construyó entre 1910 y 1916 como residencia del industrial y coleccionista norteamericano Charles Deering, un amante de esta pequeña localidad costera. Allí tuvimos un anfitrión de lujo: Pedro Bonet Ferrer, el director de comunicación de Freixenet con el que comenzamos a degustar los primeros cavas…
Al día siguiente comenzaría la visita. En primer lugar nos enseñarían las dos “joyas” de Freixenet, las dos bodegas donde comenzaría toda la historia de esta histórica marca de cavas.
Lo primero fue visitar la bodega Can Sala en la que surgió toda la historia de Freixenet, donde se ha realizado una importante remodelación. Nos lo contaba su enólogo Josep Buján…
“En el año 2004 recibo el encargo de José Ferrer de recuperar las viñas y las masías donde había comenzado todo, era casi una deuda personal que tenía él con sus ancestros. Había que recuperar la prensa antigua que aún se encontraba ubicada en el sitio original, en la bodega, y elaborar un vino a la antigua usanza. Y así hacemos… Aquí se elaboran tan sólo el cava que nos dan 5000 kilos de uva, es casi un juguete para un enólogo»…
Josep continuaba con la explicación: «Aquí la filosofía es elaborar un cava de larga crianza, mínimo siete años en botella, y siempre trabajamos con dos variedades de uva: Parellada y Charelo aunque no siempre utilizamos la misma composición, dependiendo del año, de cómo viene la uva elaboramos con un porcentaje u otro de uva”…

Un paseo por la cava para ver las más de 15000 botellas que descansan hasta conseguir su momento óptimo…
O la zona donde se descorcha y se vuelve a encorchar, nos contaba el enólogo que «primero obviamente congelamos el cuello de la botella, sobre todo por una cuestión de higiene, y el mínimo líquido que se pierde se repone con más cava de la misma cosecha»…
A continuación a unos pocos kilómetros de allí se encontraba la Freixeneda, otra de las masías que se han recuperado, respetando eso sí la original, la que fuera casa del abuelo de la familia Pedro Ferrer Boch que casó con Dolores Sala
En esta bodega se elabora un vino muy especial, nos contaba Josep Buján: «Aquí me hicieron el encargo de elaborar un vino tinto, pero tenía que ser distinto a todo lo que tuviera el grupo, y no será porque no tengamos clases diferentes con las más de 200 referencias con las que contamos. El riesgo era mínimo porque yo sabía que distinto lo iba a hacer, aunque otra cosa sería que les gustara. A mi personalmente me gustan los vinos italianos y me inspiré en los vinos de Amarone, que la característica es que la uva la pasifican antes de elaborar el vino. Así que nosotros seguimos ese procedimiento y vendimiamos a mano en cajas de estas de fruta con uvas muy escogidas»…
Josep nos enseñaba las cajas y nos contaba que «tenemos que asegurarnos de que no haya ni un solo grano podrido porque esa uva va a pasar diez o quince dias en la cámara a unos 17 grados y a un 20 por ciento de humedad deshidratándose, un error podría llevar al traste un montón de uva seleccionada»…
Esta bodega tiene otra peculiaridad aunque aparente uno parece distinguir cuatro depósitos grandes en realidad son ocho, están divididos por la mitad. En la parte de arriba se encuentra el depósito de fermentación del tinto, tradicional, para no tener que hacer remontados ni sumergir sombreros. Después bajan al siguiente depósito…
Josep nos contaba que este vino «Vamos a tenerlo en una larga maduracion unos 20 meses en «botas» de 1200 litros, como se elaboraba antiguamente, están hechas a medida por la casa italiana más importante de roble frances y no va a tener crianza en botella. Y fijaros hasta el cierre lo hemos hecho diferente, en vez de un tapón de corcho nosotros cerramos las botellas con un tapón de cristal esmerilado y la forma de la botella es también distinta es un diseño austríaco…»
De este curioso vino ya se han elaborado las cosechas del 2011 al 2014 aunque solamente está en el mercado la añada 2011 con un precio de unos 40 Euros en bodega…
Por último tocaba visitar la bodega principal la “nave nodriza” de Freixenet. Situada en el corazón del Penedés, a pocos kilómetros de Barcelona, una zona con un terreno y un clima privilegiado ideal para sus variedades de uva Macabeo, Xarelo y Parellada, aunque actualmente aparte de sus propias viñas también cuentan con la producción de más de 1.200 viticultores.
Es impresionante poder visitar esta centenaria bodega con unas producciones que hoy en día dejan boquiabiertos, en la actualidad se venden más de 12 millones de botellas de cava o vino pero no siempre ha sido así de fácil…
Algo de historia…
Francesc Sala Ferrés fundó en 1861 la Casa Sala, la primera marca exportadora de vinos en Sant Sadurní d’Anoia. Su hijo, Joan Sala Tubella, siguió con el negocio y, después de la boda de su hija Dolors Sala Vivé con Pere Ferrer Bosch, empieza el negocio del cava, en 1914.
Pere Ferrer Bosch era hijo de La Freixeneda, finca del siglo XIII situada en el Alto Penedès. El negocio se fue ampliando y empiezan a aparecer las primeras etiquetas de cava con la marca Freixenet Casa Sala. Desde el primer momento optaron por elaborar exclusivamente cava, un vino espumoso natural, siguiendo el método utilizado en la Champaña (Francia) desde el siglo XVIII. Instalaron sus cavas en Sant Sadurní d’Anoia (Cataluña), una población situada en el corazón de la comarca del Penedès. Esta región ya era conocida desde la época del Imperio Romano por la calidad de los vinos que se producían en ella.
En los años veinte y treinta, el impulso de los fundadores y la seguridad en la calidad de sus productos ya habían procurado notoriedad a la firma. Incluso iniciaron las exportaciones destinadas a situarlo en los mercados exteriores de influencia española y a los mercados emergentes en aquel momento.
En este sentido el primer establecimiento en los Estados Unidos (Nueva Jersey) data de 1935. La guerra civil española, primero, y la II Guerra Mundial, después, ralentizaron el desarrollo de la empresa. Pese a todo, la empresa lanzó en 1941 el que, con el tiempo, se convertiría en uno de sus productos estrella, el cava Carta Nevada, y en 1974 el cava Cordón Negro, actual líder en exportación, presente en más de 140 países.
En los años setenta podríamos decir que Freixenet es ya una marca plenamente estable y firme y con una clara vocación de expandirse internacionalmente. A principios de los años setenta, con la marca Freixenet totalmente consolidada en el mercado español, se intensificaron las gestiones, por otra parte nunca interrumpidas, para llegar a los mercados internacionales. Daba comienzo una expansión que no ha acabado y que llevaría a mediados de los 80’s al Grupo Freixenet al liderazgo mundial de todos los vinos espumosos elaborados según el método tradicional.
Por esa misma época, la empresa decide iniciar su multinacionalización construyendo bodegas fuera de sus fronteras por un lado, como en el caso de Gloria Ferrer en California, Wingara en Australia y muchas más y también en España en otras zonas vitivinícolas de gran reputación como Rioja, Ribera del Duero, Priorat, Montsant, …
Actualmente el Grupo Freixenet, sigue siendo una empresa familiar al 100% y cuenta con 18 bodegas en 7 países de 3 continentes.
Y aunque aun quedan vestigios del pasado, nada que ver con las modernas y funcionales instalaciones…
Que se pueden recorrer y visitar con un «trenecito» turístico (eso es para que os hagáis idea de la magnitud de las bodegas)…

Una curiosidad…
En Freixenet disponen de un moderno y sofisticado laboratorio donde elaboran su propia levadura seleccionada por ellos mismos. Los químicos de Freixenet las reproducen en su laboratorio y la utilizan en sus vinos. En Freixenet poseen una colección importante de levaduras, seleccionadas y clasificadas. Es de las únicas bodegas que lo hacen.
Y después de la visita tuvimos la suerte de tener a nuestra disposición casi todas las marcas del grupo, cavas, vinos blancos y tintos de todas las nacionalidades…
Más información WEB GRUPO FREIXENET